RESPONSABLE DE EDUCACIÓN DE FLACSO: "Muchos docentes no reaccionan frente a la discriminación, no la ven".
La pedagoga fue una de las autoras de una serie de videos y materiales realizados para que chicos y maestros logren desarmar en la escuela casos de discriminación cotidianos como apodos, segregación y burlas.
nota: Alejandra Toronchik. 16/02/06
Una serie de videos y materiales didácticos hechos para que chicos y maestros descubran y desarmen las distintas formas de discriminación cotidianas (apodos, segregación, burlas) recorrió el año pasado todas las escuelas porteñas. Inés Dussel responsable del área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales fue una de sus autoras.
—¿Cómo es una situación típica de discriminación en el aula?
—Los chicos se ponen apodos, se insultan, se dicen "gordo", "negra", "paraguayo". Y no siempre los adultos intervienen planteando que debe haber reglas de juego distintas. Pero hay normas, formas de trato, que debemos imponer si queremos una sociedad distinta: una es que en la escuela no se pega, no se insulta.
—Algunos docentes no se lo toman muy en serio, ¿no?
—No...o no reaccionan hasta que haya violencia física. En una escuela donde trabajamos los videos nos decían "acá no hay discriminación". Pero al poco tiempo empezaron a verla claramente, con nombre y apellido. Todos hemos tenido algún apodo o varios. Pero cuando hay sufrimiento, retraimiento, autoexclusión, o se afecta la actividad social, hay que intervenir. Si el chico se defiende es bueno, porque eso implica que sabe que el ataque es injusto. Si no, lo convalida.
—¿Qué debe hacerse?—En primer lugar, hay que enfrentar el tema y con muchísimo cuidado. No se puede poner al chico discriminado en medio del aula y decirle: "contanos qué sentís". Por eso ideamos los videos: mostrar una película, contar un cuento, una historia, permiten habilitar el tema. Y que los chicos puedan verlo en otro les permite empezar a hablar. También hay que suministrarles imágenes positivas de eso que atacaron: si es por nacionalidad, hablar de ese país atacado, de por qué los inmigrantes son importantes para nuestro país.
—¿Por qué es importante el uso de las imágenes en este tema?
—Las imágenes estructuran gran parte de nuestra vida. Y en vez de concientizar —como se esperaba hacia 1940— la escritora norteamericana Susan Sontag denuncia cómo hoy las imágenes alimentan muchas veces el morbo y la desensibilización. Ella dice que es por indiferencia o por que uno sabe que no puede cambiar lo que ve en la tele.
_Pero podrían servir para generar cambios en la propia conducta, en el propio entorno.
—Eso es lo que propone: que hay imágenes que deben usarse para educar: los chicos deben aprender sobre el Holocausto, la guerra, el hambre. Pero también aprender a mirar las imágenes.
—¿Cómo?
—En primer lugar, deteniéndose. Que no sean vistas así nomás. Hay que parar, volver a mirar varias veces, mientras uno habla de valores y reflexiona. Y, en segundo lugar, dice que deben servir para llevarnos a la acción: no vas a cambiar la guerra en Medio Oriente, pero pueden estimularte a estudiar, comprender, y tratar de que tu propia realidad cambie.
—¿Cómo usa hoy la escuela las imágenes?
—Sólo como ilustración, o como recreación: mirar una película es el rato para descansar. Y lo que hace falta es mirar y comparar con otras películas, con otras miradas, con textos escritos sobre el mismo tema. Trabajar con documentales, películas o lo que sea sólo sirve si esto genera debates, investigaciones, trabajos en el aula, búsquedas de otros materiales que se opongan o complementen lo que viste. Porque el otro peligro es que la imagen se tome como si lo que ves es "la verdad". Y la imagen nunca es igual a la verdad: siempre es una mirada, un encuadre.
—Entender esto último ayudaría a evitar la discriminación, ¿no es cierto? Saber que una imagen es sólo una versión de la realidad y que mi imagen de una persona es sólo mi versión sobre ella. —Claro. El problema es que nosotros nos relacionamos con los otros insertándolos en nuestra cadena de imágenes y prejuicios. El otro es lindo-perfecto-sin problemas, pobre-ladrón-amenaza o discapacitado-pobrecito-casi- humano. Y nos da bronca si esa persona se sale del lugar donde la encajamos.
—La tele, vista irreflexivamente, es perfecta para crear esas cadenas de prejuicios.
—Sí. Y acá entra el tema de la educación sentimental. Porque los chicos aprenden cómo tratarse, aprenden los límites, aprenden los sentimientos no sólo de sus padres. Aprenden de Floricienta y de Chiquititas el chisme, la conspiración, la idea de buenos y malos muy simplista.
—¿Los docentes se atreven a charlar con los chicos sobre qué piensan de lo que vieron en la televisión?
—A veces tengo la impresión de que el siglo XX no entró todavía en el aula. Algunos no saben cómo hacerlo, otros tienen condiciones de trabajo muy adversas. Pero es fundamental hacerlo porque la televisión es muy engañosa para todos: da la sensación de no ser del todo fantasía, porque está en el living de casa, ves crecer a los personajes...
—¿A los docentes les interesa trabajar la discriminación?
—¡Claro! Tuvimos 220 alumnos en un posgrado y otros 1.000 en el interior del país. Creo que hay un trabajo que tienen que hacer ellos mismos: muchos lloran, se conmueven, cuentan sus propias experiencias de haber sido discriminados, cuentan cosas que nunca contaron. A veces uno está muy apurado por hablarles de lo que hay que hacer en el aula. Y sin embargo, es necesario dar primero este paso.
Reflexiones:
luego de haber leído y compartido esta entrevista, con un grupo de alumnos del primer año en su formación docente, la mayoría de los mismos comunicó que habia sufrido situaciones de discriminación escolar, tanto activa como pasivamente; de parte de sus pares, como por parte de los adultos a cargo. hablamos sobre los sentimientos que generan estos "aprendizajes escolares", y particularmente hablamos sobre las estrategias de intervención de los docentes frente estas problemáticas y expresaron conceptos que apunté para seguir trabajando y reflexionando
- los chicos discriminados por "bolitas"(refiriéndose a niños de orígen boliviano) no dicen nada por que ya tienen incorporada su forma de ser...
El profesor nos decía que no molestemos al compañero, pero a mi me parece que eso no le interesaba mucho, en ocasiones se reía también...mucha estrategia no tenía.
Yo discriminaba hasta que entendí que todos tienen sentimientos...
Cuando el profesor de Educación Física nos colocaba contra la pared para hacer el equipo, siempre quedaban los "pata dura" para lo último, como yo "no era bueno para los deportes" nunca me tocó jugar. Para evitar esto, yo intervendría colocándo a esos chicos que no jugaban, para que ellos sean quienes elijan!!!
"Juzgar es discriminar"los chicos tienen miedo a decir lo que les pasa.
Hay que castigar a los que discriminan, si no nadie cambia!!!
...Nos esperan varias horas de reflexión y análisis, de poner palabras a las emociones, de poner teoría a semejantes aprendizajes, de bucear profundamente en la significatividad de estos conceptos para encontrar el interés y la ruptura que genere la necesidad.
Muchas veces hemos pensado, desde el espacio de la práctica, construcciones áulicas donde se atendiera la lógica de la diversidad y la igualdad de opotunides, ya que buscamos un salto cualitativo y pensamos en una mejor escuela. Pero, en el resultado del análisis de las prácticas pedagógicas, se observan cotidianamente, las dificultades en la formación docente, la toma de conciencia de la matríz de aprendizaje y biografía escolar de la que estan constituídos, elelentos por demás de conservadores, obstaculizadores para producir el cambio y dejar de reproducir. Sumado esto, a la dificultad de tomar una distancia óptima respecto del alumno, en su función del acompañamiento en su educación, complejiza aún mas la posibilidad de lograr una verdadera transformación.
Buscando exautivamente en esta práctica , creo que los docentes se encuentran con dificultades profundas en el proceso de socialización, como son las diferencias de origen en la determinación estructural del sujeto, que le posibilita sentir, esperar y actuar de una forma singular frente a los aprendizajes. Entonces se hace necesario el reconocimiento de la diversidad desde una afirmación casi paradójica...
"lo común, es lo diverso", por esta razón, es que el concepto de igualdad en el aula, sólo debe entenderse a la “igualdad de oportunidades” reconociendo y aceptando las historias de vida personal y del contexto social; aceptando las diversas motivaciones y actitudes frente al “qué aprender”; reconociendo los diferentes puntos de partida en la contracción de los aprendizajes en función de los saberes previos; tomando conciencia respecto de los diversos ritmos de aprendizajes, relaciones vinculares interpersonales y modalidades de relación con los objeto de conocimiento; en definitiva un profundo reconocimiento del “otro” con su singularidad.
Sabbatella: “Lo del muro es una locura”
“Lo que hay que hacer es incluir, integrar; romper las barreras, no poner más”, señaló el candidato a diputado nacional del Encuentro.
http://www.partidoencuentro.org.ar/prensa.php?id_prensa=75