miércoles, 24 de agosto de 2011

Corporeidad y Motricidad: Formas Cotidianas del Juego Infantil

Ya Piaget en el año 1986 analiza pormenorizadamente su concepción del juego en el libro "La formación del símbolo en el niño", vinculando la capacidad de jugar a la capacidad de representar o de simbolizar, lo cual ocurre en el primer año de vida y se desarrolla durante el segundo y tercer año. Esta etapa se caracteriza por el "imaginar o fingir" y es la base del desarrollo del juego social. El niño que juega a ser médico o camionero, está realizando simbólicamente una serie de comportamientos que ha observado, imitándolos hasta que finalmente los interioriza convirtiéndolos en patrones de conducta, que en un futuro le van a ser útiles para adaptarse al mundo que le rodea.
Intimamente relacionado con el juego está el fenómeno de la imitación. El niño cuando imita a alguien, está acomodando su conducta a ese alguien. En este sentido, Piaget considera que la inteligencia es la totalidad de las estructuras cognoscitivas disponibles. Estas estructuras de conocimiento de que dispone el sujeto son los esquemas. Posteriormente, al interrelacionarnos con el entorno, se incorporan nuevos datos a nuestros esquemas mediante un proceso denominado asimilación. Finalmente el sujeto va a ser capaz de aplicar esquemas generales a datos particulares mediante un proceso de acomodación. Cuando, por ejemplo, un niño de 5 o 6 meses ha logrado abrir después de una serie de intentos una caja determinada, ha ocurrido lo siguiente: En primer lugar, el niño asimila la situación actual "abrir la caja" a una serie de esquemas generales de los que dispone (habilidades manuales, coordinación visomanual, etc.). En segundo lugar, se acomoda a la situación concreta "esta caja y no otra". En tercer lugar, esta situación concreta, ha dado lugar al conocimiento práctico de abrir y cerrar no sólo esa caja sino todas las demás, desarrollando, por tanto, un esquema nuevo que será utilizado en un futuro, probablemente no sólo para abrir cajas, sino para cualquier otra actividad manual parecida que le surja. Existe, por tanto, una interacción entre la asimilación y la acomodación, que da lugar al desarrollo de esquemas (adquisición de nuevos conocimientos), que va a permitir que el niño se vaya haciendo "más inteligente" progresivamente.
Podrían establecerse, según Piaget, tres fases que marcan el desarrollo evolutivo del niño: en el período sensoriomotor, que cubre desde el nacimiento hasta los dos años, el juego es un placer fundamentalmente sensorial y motor, es decir, el niño mira, toca, chupa, huele, golpea, manipula y se lleva a la boca todo lo que aparece en su campo de acción. Por tanto, esta etapa se caracteriza por la repetición, la práctica, la exploración y la manipulación. Esta conducta progresa posteriormente hacia el juego realizado con objetos (por ejemplo amontonar cubos, armar puzzles sencillos, insertar anillas, etc.).
En el período simbólico o preoperatorio, que va desde los 2 a los 7 años, el juego es, además, una actividad simbólica. El niño todavía presenta grandes dificultados para superar el egocentrismo intelectual, es decir, presenta una incapacidad para ponerse o entender el punto de vista del otro, creyéndose todavía el centro de todo su mundo y siendo incapaz de comprender que la atención de sus padres, por ejemplo, no es una propiedad exclusiva de él.
A partir de los 7 y hasta los 12 años, el niño pasa al estadio de las operaciones concretas, en el cual comienza a desaparecer el egocentrismo de la fase anterior. En esta fase, es ya capaz de realizar operaciones mentales interiorizadas y reversibles. Por ejemplo, un niño de 7 años es capaz de entender que el contenido de un vaso de agua, es el mismo aunque se haya vaciado en un recipiente de tamaño o forma distinta. En este período, coincidente con el nacimiento de la inteligencia lógica, el juego se convierte finalmente en un juego reglado. Por tanto, llega un momento en que la característica esencial de los juegos, es que sus componentes se someten a determinadas reglas o normas. Este momento según Piaget, está vinculado al nacimiento del juicio moral y la autonomía en el niño. Según este autor, las reglas o normas en el juego en los niños menores de 7 años, son consideradas como sagradas, intangibles y de origen transcendente, sin embargo, a partir de esa edad, los niños ven en la regla un producto del acuerdo entre iguales, admitiendo, por tanto, la posibilidad de modificaciones si hay conformidad en el grupo.
A partir de los 12 años, el niño entra en el estadio de las operaciones formales, en el cual ya ha adquirido el pensamiento abstracto, o también llamado pensamiento científico. No vamos a entrar a explicar este estadio en este momento pues se escapa a la etapa de educación infantil y primaria en la que estamos centrados.

No hemos de olvidar, que tanto en educación infantil como en primaria, otra importante característica del juego y que hay que tener muy en cuenta es la competición. Los seguidores de Piaget reducen a cuatro los principios de enseñanza para los juegos competitivos:

 Quitar importancia al hecho de ganar.
 Verbalizar que no pasa nada si se pierde.
 Permitir que los niños eviten la competición si lo desean.
 Participar principalmente en juegos de azar.

Hay que tener en cuenta, que a pesar de que no todos los aspectos en la competición son negativos, en muchas ocasiones y sobre todo en edad escolar, sí es importante que el educador sepa en la mayor parte de las ocasiones, transformar los juegos competitivos, en juegos no competitivos o, si es posible, en cooperativos. En este sentido, la intervención del adulto (psicólogo, educador, padres, etc.) es importante, ya que las primeras necesidades que siente el niño, tal y como han demostrado muchas investigaciones actuales, son fundamentalmente de origen social

domingo, 3 de abril de 2011

Hacia una Perspectiva Teórica Histórica y Social de la Educación Física

Lectura para el debate: Reflexiones sobre un ejemplo de integración social a través del deporte

Introducción:
El Campeonato de Fútbol para Comunidades Carentes (Favelas) de Río de Janeiro lleva varios años desarrollándose con dos objetivos prioritarios: por un lado, intentar favorecer la inserción social de los adolescentes favelados que participan en este proyecto, y por otra parte, ofrecerles la oportunidad de progresar en el deporte a través de la competición. Nuestra participación directa en este programa educativo y la situación actual del mismo, nos permiten analizarlo detalladamente con el fin de plantear ciertas dudas en su desarrollo y extraer algunas conclusiones relevantes relacionadas con el deporte como medio para la integración social de colectivos marginales.

La ponencia que presentamos a continuación no pretende centrarse exclusivamente en el análisis del Campeonato de fútbol de Favelas de Río de Janeiro, sino ir un poco más allá.

Vamos a emplear este proyecto de intervención social como punto de partida para establecer una serie de conclusiones, cuestionar algunos aspectos que generan dudas y extraer unas cuantas reflexiones significativas relativas a lo que un programa para la integración en sociedad a través del deporte puede generar en un colectivo en grave riesgo de exclusión social. Para ello se emplearán dos puntos de vista diferentes y, a la vez, complementarios: primero, se valorará el programa desde la perspectiva de unos profesionales de la Educación Física y el Deporte con experiencia en proyectos de intervención social a través de la actividad físico-deportiva; y segundo, desde el prisma de personas que colaboran con un programa de estas características sin más interés que el meramente filantrópico, con un desempeño altruista y con la conciencia crítica de quienes no tienen nada que ganar pero sí algo que perder... lo que pierden los adolescentes del programa. Diversos estudios e investigaciones inciden en la necesidad de emplear la educación a través del deporte como medio para favorecer la inserción social de determinados colectivos.

Colectivos que cuanto más vulnerables son, más riesgo de marginalidad padecen. Es el caso de los adolescentes de las favelas. De ahí la importancia del empleo coherente y eficiente de la actividad físico-deportiva como herramienta de intervención, que influirá positivamente sobre un sector de la población muy desfavorecido, en grave riesgo de exclusión social e, incluso, de marginalidad absoluta. "El deporte puede favorecer el aprendizaje de los papeles del individuo y de las reglas de la sociedad (...) Además, parece que los valores culturales, las actitudes y los comportamientos individuales y colectivos aprendidos en el marco de las actividades deportivas vuelven a encontrarse en otros campos de la vida" (Santiago, 2002). Pero también puede tener efectos negativos si se manejan las variables de una forma incorrecta.

La actividad física es un medio para la educación y, como tal, para la integración; y mal empleada puede generar efectos opuestos a los perseguidos: competitividad deshonesta, violencia, incremento de las diferencias sociales, desintegración... Las reflexiones extraídas del análisis de este proyecto tienen como objetivo concienciar a los profesionales de la importancia de trabajar con proyectos de actividad física bien programados, orientados y desarrollados como medio para favorecer la inserción social. La ponencia se apoya en dos artículos que facilitan su comprensión:

"El deporte y la integración social I. El fútbol en las favelas de Río de Janeiro" y "El deporte y la integración social II. Análisis del Campeonato de Fútbol de favelas de Río de Janeiro", ambos publicados en la revista digital Efdeportes. Con el primero de los textos pretendemos analizar las características básicas del Campeonato y el contexto en el que se desarrolla. El segundo permitirá examinar con detalle los objetivos propuestos por el programa desde varias perspectivas: rendimiento, salud, tiempo libre y de ocio, educación e integración social. La tercera y última parte en la que se centra esta ponencia, presenta una serie de conclusiones, dudas y reflexiones sobre la eficiencia, las virtudes y los defectos de la integración social y cultural a través del deporte y, más concretamente, del fútbol en un ambiente de estas características. Conclusiones, dudas y reflexiones Conclusiones Un primer análisis del campeonato nos aporta varias conclusiones: La participación de cerca de 2000 adolescentes cada año demuestra que se trata de un proyecto de éxito, cuya idea original es muy positiva y perfectamente válida para el contexto en el que se aplica. El trabajo se centra en el desarrollo de unos valores personales para la adquisición posterior de unos valores sociales muy importantes para cualquier individuo. La actividad físico deportiva puede favorecer la integración social si se emplea de forma adecuada. Dudas Siempre que se implementa un proyecto educativo es necesario realizar una evaluación del mismo destinada, entre otras muchas cosas, a detectar dificultades y e intentar solventarlas lo antes posible. Es evidente que este programa, aun surgiendo de un planteamiento óptimo, cuenta con graves deficiencias, manifestadas por la situación actual del Campeonato.

Nuestra posición dentro del proyecto nos obliga a cuestionar ciertos aspectos y a plantear una serie de dudas y preguntas cuyas respuestas, quizá, pueden servir para encontrar y/o solucionar algunos de esos problemas. Respecto a la organización del torneo ¿Existe algún mecanismo de evaluación o de control de los agentes implicados en un proyecto de estas dimensiones? Se exige el cumplimento de unos requisitos previos tanto a equipos como a jugadores, pero ¿quién controla que se cumplan estrictamente? ¿Y quién controla a quienes supervisan? Está claro que el conocimiento de los resultados que se puede obtener en un proyecto de estas características es mínimo, pero aún así debería haber una monitorización o seguimiento de los favelados durante todo el programa con el fin de observar el grado de cumplimiento de los objetivos planteados y reducir al máximo las injerencias y complicaciones. ¿Qué ocurre con la gestión de los fondos? ¿Está bien gestionada la inversión económica que realizan los patrocinadores? ¿Cuántos intereses económicos y/o políticos existen alrededor de un proyecto semejante? ¿Cuánto hay de propaganda política? ¿Quiénes son los que eligen a los educadores/entrenadores? ¿Hay algún tipo de selección y control sobre estas personas? Es obvio que la falta de capacitación profesional supone un lastre insuperable para la consecución de los objetivos planteados. El planteamiento gregario, la disciplina y la estructura militarizada del Torneo, ¿son beneficiosas para los participantes? ¿Por qué se debe desarrollar todo bajo un planteamiento tan estricto y rígido? Respecto a los objetivos del proyecto ¿Cuál de los dos objetivos principales es el que prevalece: proporcionar una salida deportiva a los mejores o favorecer la integración social de todos los participantes? ¿Cuál es el verdadero espíritu del Campeonato: la competitividad o la formación de ciudadanos? La Confederación pretende abarcar todos los objetivos pero, ¿qué nos arroja la realidad? ¿Por qué el proyecto limita la participación en la categoría masculina hasta los 15 años? ¿No es esta edad, todavía, demasiado conflictiva para abandonarlos a su suerte después de participar en un programa como este? ¿Qué ocurre con los jóvenes que, por la edad, no pueden continuar en el proyecto? Y por otra parte, ¿cuánto debe durar un programa de estas características? ¿6 meses son suficientes? Reflexiones Aunque las valoraciones que aparecen a continuación surgen del análisis del Campeonato de fútbol de Favelas, el sentido de cada comentario podría extrapolarse a cualquier proyecto de integración social a través del deporte. Presentamos una serie de reflexiones sobre aspectos determinantes en el desarrollo de un proyecto educativo cuya correcta ejecución va a suponer si no el éxito, al menos la reducción del riesgo de fracaso. Importancia de la educación La educación es la clave de este programa de integración social. Si bien los objetivos no están centrados en la formación académica, la inserción social pasa por la educación de los adolescentes como medio para favorecer su adaptación a la sociedad.

El Deporte (en este caso el fútbol) y los aspectos inherentes al mismo, son las herramientas empleadas para formar ciudadanos. La competición no es más que la excusa para trabajar con los adolescentes durante todo el año una serie de actitudes, valores y normas que ayudarán a favorecer la socialización. El fútbol ayuda a emplear de una forma activa el tiempo libre, y evita, en esos momentos, la práctica de otras actividades potencialmente más peligrosas. Además, la escolarización obligatoria y la adquisición de conocimientos básicos serán el punto de partida para la adaptación social y la base de una formación académica posterior. No se debe olvidar que lo más importante del Proyecto es ofrecer oportunidades de progreso en la vida y alternativas a hábitos y conductas arriesgadas tan presentes en las favelas. Y eso no se consigue sólo a través del Deporte... Importancia del educador Desde siempre el fútbol -y el deporte- se han mantenido gracias a la desinteresada labor de muchas personas de buena voluntad pero sin ninguna capacitación para el desarrollo de una tarea de esta relevancia. Y, mal que bien, se ha conseguido algo. Sin embargo, poca gente es consciente de la importancia que adquieren los entrenadores/educadores en las etapas formativas iniciales. En el Campeonato de fútbol de Favelas, las personas que están al frente de cada equipo son las que van a determinar, en mayor o menor medida, el grado de consecución de los objetivos. Y, por tanto, las que más van a incidir en la formación (o deformación) de los adolescentes.

En un proyecto de esta magnitud la labor del entrenador es la esencia del trabajo orientado a la integración social. Los jugadores reflejarán tanto en el campo como en sus vidas cotidianas la actitud del educador que está a su cargo. Por ese motivo, la elección y el esfuerzo de las personas que dirigen los equipos no son insignificantes. Los adolescentes, que provienen de lugares marginales y reciben, con demasiada frecuencia, estímulos muy negativos, asumirán el mismo planteamiento que sus entrenadores respecto a la competición y los objetivos que se planteen del juego, los valores dentro y fuera del campo, el clima del grupo, el interés por el resultado... La competición adquiere una importancia secundaria. El verdadero éxito de la integración social es el trabajo diario, poco a poco; el que se manifiesta durante los entrenamientos, con los compañeros, con el entrenador. El que demuestra el interés y el compromiso, la disciplina y el entusiasmo, los hábitos que se van adquiriendo, la relativización de la victoria o la derrota, la cohesión del grupo... Los entrenadores/educadores son los primeros que deben ser conscientes del empleo del fútbol como medio, como herramienta educativa, no como un fin en sí mismo. Posibles motivos del éxito/fracaso del proyecto Es prácticamente imposible, desde nuestra posición en el torneo, saber cuáles son los problemas que han provocado la suspensión de la competición. Las noticias que nos llegan aluden a la falta de presupuesto, el extravío de fondos, la falsificación de datos y otras dificultades burocráticas. No somos quienes debemos evaluarlo.

Sin embargo, consideramos oportuno valorar algunos de los aspectos que el programa arroja a la vista y que demuestran que sin un control exhaustivo es imposible que funcione correctamente: Existen intereses económicos y, probablemente, políticos que empañan la labor educativa del proyecto. En general, la capacitación de los responsables desde el punto de vista de la gestión y de la docencia no es buena. La falta de evaluación fomenta la corrupción. Exportación a otros contextos El Campeonato de Fútbol de Favelas de Río de Janeiro es un proyecto potencialmente exportable a cualquier lugar del mundo. La idea de la que surge, el fútbol como medio para fomentar la socialización, es perfectamente válida y efectiva. Para una aplicación con éxito de la propuesta es necesario adaptar la idea a las características del contexto en el que se va a desarrollar y pulir los defectos ya conocidos. La adaptación puede hacerse tanto modificando la actividad como la población con la que se desea trabajar. Aunque es muy difícil analizar individualmente los resultados de un proyecto como este, consideramos que hoy en día, desde un punto de vista global, el deporte es una buena herramienta para ayudar en un proceso largo y difícil como el de la integración social. Por tanto, invertir en actividad física, es invertir sobre seguro.

Revista: ef deportes .com

Bibliografía Barba, J.; Barba, F.J. (2006 a). "El deporte y la integración social I. El fútbol en las favelas de Río de Janeiro". EFDeportes.com - Revista Digital. Buenos Aires. Año 11. Número 102. Barba, J.; Barba, F.J. (2006 b). "El deporte y la integración social II. Análisis del Campeonato de Fútbol de favelas de Río de Janeiro". EFDeportes.com - Revista Digital. Buenos Aires. Año 11. Número 103. Gutiérrez Sanmartín, M. (1995). Los valores sociales y Deporte. Gymmos ed. Madrid. Portillo Yábar. L. J. (1997). Educación y hábitos de Salud: Estudio Comparativo. Tesis Doctoral. UNED. Madrid. Rodríguez Allen, A. (2000). Adolescencia y Deporte. Ediciones Nobel. Oviedo. Santiago, J.J. (2002). "El desarrollo de valores sociales positivos dentro del deporte escolar". EFDeportes.com - Revista Digital. Buenos Aires. Año 8. Número 47. http://www.uv.es/DIS/proyectoID.htm